Aprovechar los rayos solares es uno de los recursos energéticos
ilimitados de que disponemos y usamos desde siempre.
La tierra, todos los días, recibe una cantidad inmensa de
energía del sol. Esta energía calienta e irradia la superficie terrestre y es la
responsable entre otras cosas de la vida y los flujos de la atmósfera y los
mares.
El sol se aprovecha de muchas maneras, no solo con los famosos
paneles solares, sino también con otros métodos igual de útiles e importantes.
Estos métodos no siempre transforman la energía del sol en energía eléctrica,
sino que también aprovechan el calor del sol en forma directa.
Se puede catalogar la forma de aprovechar la energía solar de
muchas maneras, entre las que destacamos:
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Energía solar fotovoltaica: Transforma los rayos
solares directamente en electricidad.
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Energía solar fototérmica: Que aprovecha el calor en
si mismo. Es el método técnicamente menos complejo.
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Energía solar termoeléctrica: Transforma el calor
solar en energía eléctrica en forma no directa. Es una aplicación de la energía solar fototérmica.
Energía solar fotovoltaica
Paneles solares
Los
paneles solares
son la forma más conocida a nivel popular para el aprovechamiento de la energía
solar.
Las
células
fotovoltaicas están formadas por diodos semiconductores especialmente
dispuestos para recibir los rayos solares. Estos
semiconductores, son
materiales que no son buenos conductores ni aislantes, sin embargo al ser
contaminados con otros materiales, adquieren propiedades especiales.
Estas propiedades permiten usar los semiconductores (entre
otras importantes aplicaciones como son los
diodos o
transistores) para
atrapar los fotones de la luz liberando de ellos electrones, creando una carga
eléctrica.
Uniendo muchas de esas células y sumando en serie sus cargas,
obtenemos cantidades significativas de electricidad que luego puede acumularse y
convertirse en corriente alterna.
Energía solar fototérmica
Colectores térmicos solares
Los
colectores
solares reciben el calor del sol y lo transfieren a un fluido.
Un ejemplo son los colectores de agua caliente, tanques
preparados para tener máxima exposición al sol y calentar el agua que contienen.
Hay variedad de diseños con diversos niveles de complejidad, y dependiendo del
calor que reciban (clima, ubicación, época del año) consiguen calentar agua
hasta 65 grados Celsius.
Ese agua caliente sirve para usos como ducharse, calefaccionar
ambientes y piscinas. Estos sistemas se usan cada vez más en regiones
ecuatoriales donde el nivel de los rayos solares son altos durante todo el año.
Los hornos solares son otro tipo de colectores solares, pero en
este caso el fluido al que se transfiere el calor es el aire del
recipiente, que luego calienta el contenido.
En muchos de los casos este tipo de colectores tienen un
sistema parabólico, que mediante espejos concentra los rayos solares para
obtener mayores temperaturas.
Existen infinidad de colectores solares. Un invernadero, es
otro ejemplo de colector solar simple de baja temperatura.
Energía solar termoeléctrica
Centrales térmicas solares
Se denomina “energía solar termoeléctrica” a la aplicación de la energía solar fototérmica para generar energía eléctrica.
Las centrales térmicas solares utilizan grandes sistemas de espejos móviles
llamados helióstatos que concentran rayos solares en un punto específico,
generando altas temperaturas y calentando un fluido.
Ese fluido luego se puede utilizar para producir electricidad
mediante un generador. Hay diseños que canalizan el calor sobre un motor Stirling, y tienen un gran rendimiento.
Conclusión
La utilización de la energía solar, aunque cara y poco
rendidora para generar electricidad hoy en día, es una opción importante a futuro. Su implementación a
gran escala depende de que se mejore la tecnología y rendimiento.
Sin embargo hoy es una opción inteligente para ciertas
aplicaciones como la utilización de colectores solares de agua
caliente y para generar energía fotoeléctrica en sitios aislados.
Por Rodrigo V A Barber |