Hay demasiados prototipos y muy pocas aplicaciones en las tiendas. Parece que la cosa cambiará en 2006. El primer lector de libros electrónicos basado en la tecnología E-ink estará disponible para todo el mundo. Lo ha fabricado iRex, una compañía que salió de las entrañas de la holandesa Philips, y llegará al mercado a lo largo del año que viene.
Hay dos ideas importantes a tener en cuenta. La primera es que no es el primer lector que presume de estas características. Sony vende en Japón un producto parecido desde hace un año. Sí es, sin embargo, el primero que se lanza pensando en el mercado mundial y, por tanto, el primero que podremos ver en España.
La segunda es que, por ahora, la idea del libro electrónico no termina de cuajar. Las ventas no se acercan, ni siquiera de forma marginal, a las de libros en papel. No hablemos ya de comparar las cifras con las de la venta de música online. Eso de tener los libros en el disco duro… no acaba de resultar del todo natural. Yo lo entiendo y eso que leo libros electrónicos —en la PDA-. Si me dan a escoger entre una edición de papel, que puedo prestar a mis amigos cuando quiero o leer dentro de 50 años, y una electrónica cargada de mecanismos de protección con una vida limitada a la compatibilidad del formato yo elijo el papel con los ojos cerrados. Para manuales técnicos o textos académicos, sin embargo, el libro electrónico tiene muchas ventajas, sobre todo en la búsqueda de contenidos.
A pesar de estos pequeños inconvenientes estoy dispuesto a darle al iRex Iliad ER 0100 una oportunidad. Tiene una pantalla de 1.024 x 768 píxeles con una densidad de 160 puntos por pulgada -superior a la de una pantalla de ordenador común-. Pesa 330 gramos y puede almacenar 223 MB de datos en una memoria flash interna. Es suficiente para un mes de periódicos electrónicos, 30 obras literarias y otros muchos documentos. La batería aguanta más de una semana leyendo aproximadamente tres horas al día lo cual, sinceramente, no está nada mal.
Angel Jiménez de Luis / navegante
24-11-2005 |
